De ruta por la Suiza alemana

De vuelta a las raíces de Rafa, hacemos un pequeño recorrido por la Suiza alemana, haciendo también alguna parada por Austria y Liechtenstein.


Tengo que decir que éste último me decepcionó un poco, aunque todos sabemos que es un país pequeñito, esperaba algo más de la capital, Vaduz, sobre todo esperaba ver más bancos!.




Aquí podeis ver unas fotos del castillo de Vaduz, al cual no se puede entrar, ya que actualmente vive el príncipe en él. Aún así, merece la pena subir hasta allí, además hay una ruta que va desde el centro del pueblo hasta el castillo, con muy buenas vistas de Vaduz.


Como podeis comprobar, el entorno del castillo es espectacular!



Seguimos nuestra ruta, y después de visitar Widnau (Suiza) y Bregenz (Austria), nos dirigimos hacia Appenzell. Se trata de un pequeño pueblecito en la montaña, famoso por su queso Appenzeller. Llegamos allí sobre las 5 de la tarde, así que ya no pudimos entrar en el museo del queso, puesto que cierra a esa hora. Una pena! El pueblo es muy pintoresco, con mucho colorido, debido en parte a las numerosas jardineras de flores que adornan los balcones de sus casas.



Continuamos nuestro viaje, y después de hacer una paradita en Rorscharch (pequeño pueblo a orillas del lago Constanza), nos vamos hacia Zurich. Tengo que decir que la diferencia de temperatura fue considerable, pasamos de estar a casi 30 grados a estar a 15!

Aunque el tiempo no acompañó nada (llovió casi todo el tiempo), pudimos dar un paseo viendo la catedral, la abadía de Fraumünster y la iglesia de San Pedro, así como las calles de tiendas y la zona de vinitos, donde además se pueden degustar todas las variadades de fondues en sus locales.

Como curiosidad deciros que la iglesia de San Pedro (a la izquierda) cuenta con el mayor reloj de Europa.

Dejamos Zurich y nos vamos hacia Rheinfall (las cataratas del Rhin). El entorno es espectacular, aunque sinceramente esperaba mayor altura de caída del agua. Aún así es bastante impresionante, y hay mucha zona por donde pasear y ver las cataratas con mayor detalle.


Como datos os diré que la anchura del salto es de 150 metros, la altura es de 23 metros y la profundidad de la cuenca, de 13 metros.



Dejamos las cataratas y nos vamos a Schaffausen, a unos minutos de allí. Se trata de un típico pueblo suizo, con casitas típicas de allí. Nos llamó mucho la atención una vieja fortaleza circular, el Munot, con unas dimensiones impresionantes, desde donde tenemos una buena vista del pueblo y del Rhin.

Desde aquí nos vamos hacia Stein am Rhein. Se trata de un pequeño pueblo de estilo medieval al que llegamos casi de casualidad porque ninguno de los dos lo conocía, pero que merece la pena visitar. El centro del pueblo es peatonal, y se encuentra adoquinado. Este pueblo se encuentra también a orillas del Rhin, y cuenta con un paseo a la orilla del río, con jardines.

Dejamos Stein am Rhein y hacemos una breve parada en Winterthur antes de regresar a casa. Aquí podemos ver un curioso aparcamiento de bicis, de dos pisos! Me llamó mucho la atención.


Y se acabaron las vacaciones!!! A ver cuando llegan las próximas...